El cuerpo humano esta diseñado para darnos información de nuestro entorno por medio del sistema nervioso, ya que entre muchas de sus funciones están los llamados 5 sentidos. La vista, el olfato, el gusto, el oído y el tacto. Cada uno de ellos está controlado no solo por los Órganos Sensoriales, sino por su conexión de los mismos al Sistema Nervioso, y a su vez éste está conectado a nuestro Cerebro, que se encarga de analizar los Datos que éste le envía y nos brinda información de nuestro entorno.

El sentido del tacto no solo se encuentra en las manos como se piensa, sino que se trata completamente de toda la piel. Toda la información que recibimos a través de la piel, transmite sensaciones al cerebro y nos indica que tipo de cosas estamos tocando.

La piel tiene como función protegernos contra las agresiones físicas y químicas. El sentido del tacto envía los impulsos por los nervios raquídeos que son los que nacen en la médula espinal. Al recibir presión los nervios sensitivos transmiten un impulso generado por un receptor sensitivo hasta la médula espinal, en donde se crea una respuesta inmediata mediante el acto reflejo, para reaccionar ante la información recibida.

Cuando se tiene Espina Bífida ocurre una perdida del sentido del tacto por la lesión en la médula espinal. Dependiendo de el nivel de la lesión, será las partes del cuerpo que tengan insensibilidad, en la mayoría de los casos son los miembros inferiores.

Cuando se tiene problemas con el sentido del tacto

  • Se tiene dificultad para distinguir texturas y formas
  • Reacción ante superficies calientes y frías
  • Cambios de presión, etc.

Recomendaciones para evitar lesiones por la falta de sensibilidad.

  • Revisar todos los días los pies o partes de cuerpo que no tienen la sensibilidad adecuada.
  • Revisar zapatos, órtesis o férulas, buscar gravilla o piedritas para evitar ulceras.
  • En el uso de piscinas usar zapatos para nadar y con esto evitar las rasguños por roce en las superficies.
  • En caso de tener una herida, revisar diariamente, colocar lociones, cremas o parches medicadas
  • Evitar pisar o presionar sobre las lesiones, para su rápida recuperación.
  • Si las órtesis han provocado la lesión, recurrir con el especialista a cargo para la modificación o cambio de las mismas (las órtesis no deben de provocar daño, si lo hacen están mal hechas o ya están pequeñas).

Mas vale prevenir y tomar todas las precauciones adecuadas, que tener que lidiar con una herida, magulladura o lesión que son difíciles de curar.