Una silla de ruedas es una ayuda técnica que consiste en una silla adaptada con al menos 3 ruedas, aunque lo normal es que disponga de cuatro.

Estas sillas están diseñadas para permitir el desplazamiento de las personas con problemas de movilidad, debido a una lesión, enfermedad física o psicológica.

Para cumplir con este objetivo la silla debe estar pensada para ajustarse a la persona, no es la persona la que debe amoldarse a la silla; ya que al no ser apropiada puede resultar en un desgaste de esfuerzo de manera innecesaria y podrá modificar su postura.

Alrededor de un 10% de la población mundial tiene discapacidad y se estima que un 1% de la población total necesita sillas de ruedas, es decir, aproximadamente 65 millones de personas en todo el mundo. Se calcula que sólo una minoría de quienes necesitan sillas de ruedas tienen acceso a ellas y, de esa minoría, poquísimos tienen acceso a una silla de ruedas apropiada. [/box] 

La silla de ruedas debe satisfacer las necesidades particulares de cada usuario y las condiciones ambientales, debe  proporcionar apoyo postural y debe ser segura y durable.

Existen muchos tipos de sillas, cada categoría está pensada para un propósito y/o un tipo de usuario diferente. Pero empecemos por englobarlas en 2 clases; las sillas manuales y las sillas eléctricas.

Entre las sillas manuales están estas opciones:

  • Silla manual Standard acero. La opción más económica, es la silla que podemos ver en hospitales, centros de salud, etc.  poseen un chasis robusto y pesado fabricado en acero, en su mayoría con modelos plegables y/o desmontables. Son  útiles para uso esporádico, para personas que no se propulsan demasiado en forma independiente o que algún acompañante es el que empuja la silla. Se pueden encontrar modelos con ruedas traseras grandes y con aro de propulsión o ruedas pequeñas en las que la propulsión queda a cargo del acompañante.

  • Silla manual ligera. Son fabricadas mayormente en aluminio, plegables y con ruedas traseras equipadas con un botón de desmontaje rápido. Necesitan menor fuerza para impulsarse que con los modelos de acero.  Es recomendable para usuarios autónomos en distancias medias. Son más económicas.

  • Silla manual ultraligera. Se fabrican con materiales como el titanio o la fibra de carbono. Cuentan con suspensión central y delantera, ruedas de alto rendimiento, todo esto por un mayor precio.  Estas sillas están pensadas en personas activas y jóvenes, con buen control de tronco y equilibrio suficiente ya que es frecuente que el centro de gravedad se encuentre desplazado para liberar peso de las ruedas delanteras y así facilitar los movimientos.  También se consigue plegados realmente compactos, ya que el respaldo es abatible, ruedas extraíbles, protectores de ropa en lugar de reposabrazos y la forma del chasis. Las sillas ultraligeras se configuran para cada usuario en el momento de la compra.

  • Silla manual pasiva o postural.  Determinadas para usuarios con movilidad muy reducida y que necesitan de un control postural eficiente. Se puede contar con reclinación de respaldo, basculación de asiento, reposapiés ajustables, controles adicionales y cabeceros para un control postural total. El tamaño de las ruedas traseras se pueden elegir dependiendo del usuario, si tiene la capacidad o no para autopropulsarse.

  • Sillas pediátricas. Diseñadas para niños y adolescentes, las cuales cuentan con regulaciones que permiten ajustar el ancho y distintos componentes conforme el niño va creciendo.

  • Sillas deportivas. Cada disciplina deportiva tiene su silla especifica con un diseño propio. Algunas cuentan con defensas, centro de gravedad bajo, ruedas inclinadas, sistemas antivuelco especiales.

  • Sillas de ruedas para playa y/o nieve. Construida en PVC no corrosivo y durable o acero inoxidable

Sillas de ruedas eléctricas

Estas son similares a las manuales en cuento a su construcción y estilo. La diferencia principal es que éstas cuentan con baterías para suministro de energía, con un motor que mueve la silla y una palanca para controlar la dirección de la silla.

Beneficios de las sillas de ruedas

Además de que las personas con discapacidad sean móviles, se conserven sanas y participen en la vida de la comunidad. La silla de ruedas es el catalizador que conduce a mayor independencia e integración social. Y los beneficios de usar silla de ruedas apropiadas son los siguientes.

  • Salud y calidad de vida. Con la adecuada capacitación, la silla de ruedas puede servirle para reducir los problemas frecuentes, como las escaras debidas a la presión, el progreso de las deformidades o contracturas.  La movilidad independiente y la mejor función física puede disminuir la dependencia de otras personas. Otros beneficios son, mejorar la respiración y digestión, control de cabeza, tronco y las extremidades superiores.
  • Economía. La silla de ruedas a menudo determina la diferencia entre ser receptor pasivo o colaborador activo. Se tiene el beneficio  de poder acceder a la educación y el empleo. Poder ganarse la vida y contribuir al ingreso familiar. Por ello es recomendable tener una silla de ruedas durable, ya que eso evitará gastos de reparación.

Ya que se prescribe una silla de ruedas, el aprendizaje de la técnica de su uso es importante y va de la mano de la aceptación del paciente.

Existen diversos cursos en los cuales se aprende el manejo independiente de las sillas de ruedas en diversos ambientes y así facilitar la independencia del usuario.

La silla de ruedas es un vehículo valioso como alternativa a la inmovilidad. Y puede lograr mayor integración y participación en la vida cotidiana.